Vocación Misionera

TESTIMONIOS (QUINTO MOMENTO)

Compartimos aquí la experiencia vocacional de algunas de nuestras hermanas: el camino seguido hasta descubrir la vocación y su respuesta a la llamada. Va dirigido especialmente a aquell@s que se encuentren en búsqueda.

 

 

 

CARTA DE LEYDI

Van conociendo gente nuevaLlevo varios años conviviendo con las hermanas en Colombia, donde he vivido diferentes experiencias que me han llevado a dar este paso importante en mi vida.

Empieza un año nuevo y en un mundo nuevo para mí, al estar en otro país: España. Vengo de Colombia para hacer mi noviciado en la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús. Con esto quiero dar un sentido nuevo a mi vida al lado de Jesús. Con esta motivación que nace de lo más profundo de mi corazón, hice mi entrada al Noviciado el 23 de Enero.

Este día para mí estuvo lleno de emociones y de experiencias muy bonitas, con sentimientos de alegría y, al mismo tiempo con nerviosismo.

Van conociendo gente nuevaEse día puse del todo mi confianza en Jesucristo, a través de mi consagración a su corazón:

Señor Jesús, yo me consagro a tu Corazón en la Compañía Misionera, con el inmenso deseo de experimentar y profundizar en el amor que tú tienes a los hombres y mujeres. Que pueda responder con mi consagración a los deseos de tu corazón, con una entrega incondicional a tu amor. Que este tiempo sea para mí un camino de seguimiento a Jesucristo, guiada por tu Espíritu. Enséñame a ver, a percibir y a reconocer tu presencia en mi vida y sumergida en la realidad. Que sienta que no voy sola, que realmente tú caminas conmigo y me acompañas siempre. Que la iniciativa es tuya, pero que de mi depende la motivación y la realización de mi vocación. Yo siento que este es un SÍ que abre para mí muchas puertas: la de hacer un camino con Cristo, la de una Comunidad que me acoge con mucho cariño, y me de la oportunidad de que haga en mi vida una experiencia del seguimiento de Jesús, insertada en el Espíritu y Carisma de la congregación.”

Gema Laydi MartaDentro de la celebración escogí el texto de Mc 3,13-15 (“Subió al monte, llamó a los que él quiso, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar”), porque encuentro en él algo muy fundamental para hacer ese camino de seguimiento de Jesús.

Ofrezco al Señor, mi pequeño esfuerzo por ir construyendo poco a poco una familia, una comunidad, un ambiente más humano, un mundo mejor, más unido, y el deseo de poner en práctica todos juntos el mensaje de Jesús.

Leydi Cuellar Arboleda (hna. Juniora)

 

 

 

CARTA DE MARTA

Marta con un bebe"Mucha gente se pregunta cómo es el día de un misionero, cuál es el horario o cosas así, como yo misma me preguntaba."

Y después de haber tenido la experiencia, sigo sin tener la respuesta. La vida en la misión no se puede describir con mucha concreción, pero lo que sí he descubierto es que es una vida en que te vacías completamente, dejas de mirarte a ti para mirar a tu alrededor con una actitud disponible, viviendo el día a día, compartiendo las alegrías y también los sufrimientos, y con una alegría que inunda tu ser, por sentir a Dios que acompaña, que guía, que se hace presente en medio de la vida.

Van conociendo gente nuevaSi ahora pienso en ese tiempo, lo recorro, me despierta varias cosas que podrían describir lo vivido: alegría, agradecimiento, sorpresa, descubrimiento, novedad, servicio, Presencia de Dios, Fe, sentido de la vida, dejarse hacer, adaptación, familia, fraternidad, amistad, amor, cariño, providencia, compartir, desprendimiento, acogida, apertura, diversidad, presencia, Espíritu de Dios... Cada una de estas cosas va ligada a una vivencia concreta, pero también la experiencia en su conjunto me deja todas esas sensaciones.

Van conociendo gente nuevaPara mí lo más grande ha sido descubrir el sentido de la vida, de mi vida, en esta vida sencilla, a disposición de, al servicio de; descubrir la llamada del Señor a esta vida de una manera concreta, haciéndomela vivir y gustar, y descubrir cómo es posible, cómo él da su Espíritu para vivirlo, y se hace presente en cada persona, en la vida. ¡Te doy gracias, Señor!

Marta Iturralde Renau (Juniora)

 

 

 

CARTA DE GEMA

Un largo camino hacia la Compañía Misionera

Mi camino misionero... Realmente empezó algunos años antes de conocer la Compañía con diversos grupos misioneros, campos de trabajo, pascuas misioneras, etc.

Poco a poco va creciendo la semilla y llega un momento en que parece que quiere dar fruto. Es entonces cuando “por casualidad” se me presenta la oportunidad de ir a Colombia, a Guapi, donde empecé a conocer el estilo de vida y misión de la Compañía y a sentirme identificada con esta manera de vivir.

Entre la Compañía Misionera y la ONG Llevant en Marxa, de Manacor, los niños más desarrapados de Guapi y los lugares más sencillos, entre ellos Caimito, y sus gentes, me van robando el corazón y quedo tocada.

Lo descubro a mi lado, siempreDoy un paso más y entro en mi pre-noviciado en Medellín. Es otro mundo, no parece la misma Colombia. Ésta es una experiencia más hacia dentro, empiezo a caminar buscando a Dios y lo descubro a mi lado, siempre. Y por fuera descubro realidades de dolor y situaciones fuertes que vive la gente, camufladas por la música y una alegría que no sabes muy bien de dónde viene, y aprendo que el colombiano jamás pierde la esperanza.

 

Y llega Haití; tras dos años en Medellín me uno a la comunidad de Bombardópolis, en Haití. Desde el primer momento que pongo los pies en este país tengo sensación de irrealidad, de estar en otro mundo y para entrar en él hay que descalzarse y desprenderse, dejar lo que eres y las capacidades que crees tener y empiezas a vivir con lo que Dios te da y a vivir desde la fe. Y lo bonito es que es la propia gente quien te enseña a vivir así (porque no tienen más remedio, ellos).

gema con un bebe

 

Y la sensación de que Él viene caminando a mi lado es constante, o me doy más cuenta porque no hay nada que me lo oculte, pero lo veo también caminando con los otros y es que el haitiano camina mucho, y Dios con él. Y aprendes a evangelizar amando, porque sobre todo al llegar no puedes hacer otra cosa –ventajas y desventajas del idioma- pero el cariño llega. Y descubro la fuerza de la comunidad, como lugar donde crezco, como apoyo en las dificultades, y sabiendo que donde está una están las demás: “no estás sola, aunque la responsabilidad recaiga sobre ti, todas estamos contigo”... O perdidas en medio de ninguna parte, pero sintiendo que estás sostenida en la oración. Y Dios hablando y hablándonos, cada día, desde lo sencillo en un medio pobre y pobre de espíritu. Al finalizar este año me digo a mi misma que he descubierto y experimentado lo que quiero vivir como experiencia de Dios, como misionera y como comunidad.

 

Van conociendo gente nuevaY de Haití a Madrid, empiezo una nueva etapa (otro paso más en mi camino), el noviciado en La Compañía Misionera, y lo inicio con un deseo que recoge toda mi experiencia de estos últimos años, la de tomar cada día mi vida, y la de aquellos a los que pueda llegar, y ponerla a los pies del Señor, para que la mire y al mirarla la transforme y la llene de sí, de su luz y de su esperanza y al retomarla volver de nuevo a la vida, consciente de que Él está ahí, siempre.

En la actualidad me encuentro en Perú, en el departamento de Amazonas, con la etnia awajún, con quienes comparto mi vida y de quienes recibo  mucho más de lo que puedo dar.

Gema Pérez Jover (Juniora)

 

 

 

ENTREVISTA A ANGELE

Mi camino misionero... Realmente empezó algunos años antes de conocer la Compañía con diversos grupos misioneros, campos de trabajo, pascuas misioneras, etc.

 

Síguenos por Facebook