
La Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús nace de la experiencia del amor de Dios, que, en su Hijo, quiere salvar a todos los hombres, y responde a este amor con la entrega incondicional al Corazón de Cristo y a su Iglesia, buscando siempre la mayor gloria de Dios..." Constituciones N° 1
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SOBRE NOSOTRAS
Somos religiosas de una congregación exclusivamente misionera: únicamente para vivir y encarnarnos en tierras de misión, sin obras propias, haciendo en cada lugar aquello que el pueblo más necesita.
El hecho de sentirnos amadas profundamente por Dios nos hace desear dejar todo: casa, familia, amigos, país...y salir en busca de los más alejados, donde nadie quiere ir, a vivir con ellos y llevarles el AMOR que se nos da continuamente.
¿CÓMO SURGE LA COMPAÑÍA?

Estamos en España, año 1938 en tiempos de la guerra civil. En medio de tanto sufrimiento surge el primer impulso fundacional en una joven, que experimenta la llamada de Dios y el deseo profundo de ir a tierras de misión: dejar patria, familia y dar la vida en los lugares más pobres y alejados para COMPARTIR CON ELLOS LA EXPERIENCIA DEL AMOR DE DIOS.
Junto a ella se van uniendo otras jóvenes que buscan una Congregación que, desde el Corazón de Cristo sea EXCLUSIVAMENTE MISIONERA y con las Reglas de San Ignacio. Acompañadas por los padres jesuitas, les animan a fundarla porque en España no había ninguna congregación que fuera exclusivamente misionera. En 1941 se inicia el primer grupo.
PILAR NAVARRO GARRIDO, ingresa en 1942 y en el año 1944 es considerada la Fundadora de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús. Junto a ella, Mª ISABEL ALONSO que ingresa al año siguiente, son el corazón y la cabeza de la COMPAÑÍA MISIONERA, que conjuntamente con las hermanas primeras y las que se fueron uniendo, sacaron la Compañía adelante, no sin pasar muchos apuros y dificultades como suele suceder en todo inicio. Contaron con la ayuda del P. Ángel Ayala, jesuita, quien acompañó a la Compañía.
Tras muchos intentos y fuertes deseos de ir a Misión, en el año 1951 se inicia simultáneamente dos misiones en India y Perú.
Desde entonces hasta nuestros días hemos logrado abrir nuestros brazos y extendernos por el mundo entero, buscando que ese amor del Padre que experimentamos, se extienda a través de cada una de nosotras abrazando el mundo entero: Colombia, Haití, Perú, Marruecos, Tchad, Congo, España, India, Camboya.
El 1 de Marzo de 1963 nuestras hermanas logran que la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús sea aprobada como Congregación Religiosa de Derecho Pontificio por el papa Juan XXIII.
CONOCIENDO A NUESTRA FUNDADORA
PILAR NAVARRO GARRIDO, nació en Casas de Benítez (Cuenca) el 14 de diciembre de 1908. Estudió enfermería y ejerció como enfermera de la Cruz Roja.
Formó parte de la Acción Católica de la Parroquia de Santa Bárbara en Madrid y por su carácter dinámico y emprendedor, enseguida ocupó cargos de responsabilidad, destacando por su grandeza de ánimo y audacia para todo lo difícil.
En unos ejercicios espirituales del año 1941, siente el llamado para entregar totalmente su vida a Dios en el servicio a los hermanos en las misiones más pobres y necesitadas del mundo.
El 20 de febrero de 1942 ingresa en un incipiente instituto misionero, que se llamaría Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús, que encaja con sus deseos de dar a conocer el Amor Infinito del Corazón de Cristo a los más alejados y abandonados, en las misiones más difíciles.
Pilar fue superiora general del instituto por ella fundado hasta el año 1966. Con gran visión de futuro propició que sus misioneras adquirieran una formación integral, orientada siempre hacia las misiones. Le urgía el mandato de Cristo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”
La misma pasión y fortaleza que tuvo desde los inicios por cumplir la Voluntad de Dios, la empujó a defender la exclusividad misionera de la congregación, movida por su afán por las misiones y deseo de que el Amor de Dios llegase a los más alejados y necesitados.
En 1968 fue destinada a Colombia, regresando a España en 1977, dónde permaneció en Madrid hasta su muerte.
Pilar, aun anciana, continuó siendo un ejemplo vivo de lo que siempre vivió: pasión por conocer y cumplir la voluntad de Dios, confianza ilimitada en el Sagrado Corazón y seguridad en el Espíritu para sostener e impulsar la exclusividad misionera de la congregación.
Su pasión, fortaleza y gran corazón no impidieron que se trasluciese su gran sencillez, humildad, amor maternal a sus hijas, familiares y misiones extendidas por Asia, África y América Latina.
Murió en la paz de Cristo el 23 de marzo del 2006.
El lema de su vida lo expresó en estas sencillas palabras coherentes con su vida:
... la voluntad de Dios, el único anhelo y la razón de ser de toda mi vida..."