La vida misionera nos impulsa a poner toda nuestra confianza en el único Señor de los corazones y de la misión y nos invita a dejarnos poseer y guiar por su Espíritu, alma y agente insustituible de toda evangelización; nos lleva también a buscar y a valorar los signos de Dios en el interior de la historia y nos exige dejarnos interpelar por la Palabra y celebrar nuestra fe en comunidad” (Constituciones N° 55)
Hacer, hacer... ¡multitud de cosas!, pero fundamentalmente, al llegar a un nuevo lugar de misión, miramos cuáles son las necesidades y de qué manera podemos responder a ellas. A partir de ahí, tenemos nuestras preferencias: las mujeres, los jóvenes y los niños, ya que suelen ser los más desfavorecidos.
Dependiendo del sitio donde nos encontramos, nuestra actividad varía y siempre en función de las necesidades de la realidad que encontramos.
- Dentro de todo, si hay comunidades cristianas, las acompañamos y formamos a aquellos que quieran pertenecer a ellas o quieran prepararse para ser ellos mismos continuadores del mensaje y de la Palabra.
- Pero fundamentalmente buscamos aquellos lugares donde aún no hay comunidades cristianas. Les acompañamos intentando compartir su vida en todo lo posible, ayudándoles a descubrir y conocer a Jesucristo presente en medio de ellos.
- Intentamos aprender el idioma de aquellas comunidades donde vivimos, para comprenderles mejor y poder encarnarnos de una manera más profunda en su cultura. Buscamos recuperar y alentar sus tradiciones, mitos, su historia, ahondar en la antropología de los pueblos.
Les acompañamos a defender sus derechos humanos, frecuentemente vulnerados.
- Nos comprometemos fuertemente en la formación de la mujer e incluso animando a que surjan lideresas en las comunidades indígenas.
- Facilitamos la formación de líderes en las comunidades, unas veces somos nosotras mismas las que proporcionamos esta formación, otras, buscamos personal preparado para ello.
- En el caso de los pueblos indígenas, animamos y acompañamos las organizaciones indígenas.
Apoyamos en educación en el acompañamiento de profesores y trabajamos en diversos centros de formación primaria y secundaria, de los lugares de misión dónde nos encontramos.
- Trabajamos en el campo de la salud, apoyando la formación de promotores, parteras, organizando botiquines comunales, promoviendo la medicina tradicional y acompañando enfermos sin recursos y que no pueden ser tratados en su propio lugar
- Promovemos y acompañamos el cuidado del medio ambiente y la formación ecológica de las personas.
Y nos encontramos conviviendo con otras religiones, con las que queremos entrar en diálogo buscando un bien común para todos.
En todo esto: EVANGELIZAMOS AMANDO”